Viernes, 22 de noviembre 2024, 21:14
El Premio Impronta ha puesto la guinda a la celebración del 50 aniversario del Orfeón Logroñés. A un proyecto coral auspiciado por el sacerdote Félix Ochagavía en 1974 y sostenido en el tiempo por voces aficionadas, pero entusiastas y comprometidas con la música coral. Hoy son 62, más que nunca, sostenidas y engrandecidas por la batuta de Ion Bratescu. Entre estas voces figura la de Olivia Berdonces, presidenta del Orfeón Logroñés desde hace una década.
– ¿La clave de tan larga trayectoria del Orfeón Logroñés?
– Es la constancia, el compromiso de la gente que le dedica tiempo y horas de estudio porque le gusta. Allí nos juntamos gente de todo tipo de profesiones y edades, y eso hace que la gente se vaya renovando, pero queda ese sentimiento y trabajo de hacer algo juntos.
– ¿Cuáles han sido los grandes hitos de la formación a lo largo del tiempo?
– Nuestros primeros hitos fueron sobre todo los conciertos ante el papa Juan Pablo II en el Vaticano (1986) o ante los reyes de España con ocasión del IX Centenario del Fuero de Logroño (1995). Y ya en épocas posteriores, la inauguración del festival Actual, la celebración de nuestros 40 años y, hace una semana, la del 50 aniversario con el más importante concierto que ha dado el Orfeón, sobre todo por los medios y el coste humano. ‘Grandes Coros de Ópera’ (su título) contó con una orquesta profesional –la Sinfónica de Burgos–, un director superprofesional –Andriy Yurkevych– y solistas procedentes de Europa; esta componenda sí que es un hito.
– ¿Qué caracteriza al Orfeón Logroñés respecto a otras formaciones corales?
– El número de componentes (62 cantores) y el compromiso, porque ensayamos dos horas durante tres días a la semana, e incluso estudiamos en casa. Nuestros proyectos, además, son diferentes. No es la música coral tradicional a capella o con acompañamiento al piano, sino que incorporamos más instrumentos, banda e incluso orquesta.
– ¿Están compensadas la voces en la formación actual?
– Sí, porque de eso ya tenemos cuidado en las pruebas de voz. Ahora mismo, por ejemplo, si quiere venir alguien de la cuerda de contraaltos hay que echar a alguien o traer a siete amigos para compensarlo. En cuanto a las edades, hemos tenido de todo, incluso una persona de 16 años. Actualmente el más joven tiene 20 y por arriba hay gente de setenta y…
Patrimonio humano
«Actualmente somos 62 cantores, más que nunca. El más joven tiene 20 años y por arriba hay gente de setenta y… »
– ¿Continúa algún cantor de los orígenes?
– Tenemos una compañera soprano, Luisa, que estuvo muy en los inicios, luego participó en otro coro y regresó.
– El Orfeón no sólo suma 50 años, sino que lo hace con espíritu y repertorio renovado.
– Sí, así es con este director y con el anterior (Diego Martínez de la Concepción), y supongo que anteriormente. Cada año incorporamos repertorio, nuevos proyectos y nuevas obras, y ahora, con Ion Bratescu, un estilo nuevo cada año.
– Precisamente la llegada del director moldavo Ion Bratescu en 2018 fue un revulsivo para el coro. ¿Qué ha supuesto su dirección musical durante los últimos seis años?
– Fue un giro radical sobre lo que estábamos haciendo, que era música coral más o menos tradicional. Llegó de otro país con una experiencia de dirección de coro de ópera y tenía tan claro lo que quería hacer que, de hecho, en estos seis años se ha cumplido todo lo que nos comentó en aquella primera entrevista para optar al puesto de director. Concretamente, la renovación de todo el repertorio –hemos incluido bandas sonoras, ópera, etc.–, la mejora de la calidad y de la cantidad de cantantes y obras. Ahora ensayamos más horas y el sistema de aprendizaje es completamente diferente; trabajamos con partituras completas (no solo de nuestra voz) y hace mucho énfasis en el lenguaje musical.
– Luego el aprendizaje es continuo.
– Sí, y además sabe sacar lo mejor de cada uno. Es una de esas personas vitamina con la que te crees capaz de hacer cualquier cosa; nos mete esa ilusión en el cuerpo y acabas haciéndolo.
Aprendizaje
«Ahora ensayamos más horas, con partituras completas y el director hace mucho énfasis en el lenguaje musical»
– Lo único que se queda pequeño en el Orfeón es su sede.
– La sede actual se consiguió hace algo más de veinte años, pero hubo un trasiego previo de sedes y sitios donde prácticamente no se podía ensayar y el Ayuntamiento nos acabó cediendo el espacio actual de la calle Torremuña. Tuvimos que tirar el tabique y ahora tenemos una sala grande, pero se nos está quedando pequeña también.
– ¿Vive un buen momento la música coral en La Rioja?
– En Logroño sí que hay muchos coros y conciertos, pero son coros pequeños. A nosotros nos gustaría que hubiera un gran coro con mucha gente y bueno. Precisamente eso es lo primero que nos dijo Ion Bratescu: «¿Por qué hay tantos coros pequeños y no hay un coro grande y representativo de la ciudad?». Si por él fuera nuestro coro tendría 200 personas.
– En su día el Orfeón Logroñés organizaba el Ciclo de Música Coral, contribuyendo así a difundir el género entre los riojanos. ¿De qué manera seguirá fomentando este tipo de música?
– Ese ciclo era importante para nosotros, ya que nos permitía entrar en contacto con coros de otras comunidades autónomas y fue una pena que acabara, sobre todo porque alcanzamos la edición número treinta. Con la pandemia dejamos de hacer viajes, pero en mayo próximo sí iremos a Soria a un certamen coral y ya empezaremos a viajar.
Enlace de origen : «El compromiso y los proyectos diferentes caracterizan al Orfeón»