Otra vez en fin de semana. De noche. Con mediación estatal. Y casi sin hacer ruido para evitar que los clientes sacaran sus ahorros de una entidad a punto de caer en el precipicio. Estados Unidos ha conseguido que sea finalmente JP Morgan el encargado de hacerse con los activos de First Republic Bank, la entidad californiana de tamaño mediano que atravesaba problemas desde la crisis financiera de marzo. Entonces, aquella coyuntura ya obligó a rescatar otras dos entidades, Silicon Valley y Signature Bank.
En tres meses, la primera economía mundial ha visto cómo tres de sus bancos medianos -ninguno de ellos tiene carácter sistémico- han caído, cada uno por las características de su estructura y modelo de negocio, aunque en todos los casos ha activado las alarmas en el sistema bancario. En el caso del First Republic Bank, ha visto cómo en las últimas semanas han sido dos los grupos interesados en hacerse con su negocio. Interesados desde un punto de vista amplio del término, ya que han sido las autoridades norteamericanas las que han instado a que algún grupo bancario comprara a la entidad para evitar una crisis que extendiera al sistema la onda expansiva.
El acuerdo ha llegado en el último minuto gracias fundamentalmente a la flexibilidad que han permitido las autoridades norteamericanas bordeando la propia legislación. Las normas de ese país habrían impedido en términos normales que un banco como JP Morgan controlase más del 10% de los depósitos en todo EE UU. Pero vista la gravedad de los acontecimientos y ante la posibilidad de un contagio, las autoridades han hecho la vista gorda con este tope para facilitar la operación.
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El banco JPMorgan, reforzado ahora como la primera entidad del país, fue uno de los varios compradores interesados; entre ellos, PNC Financial Services Group, y Citizens Financial Group Inc, que presentaron ofertas finales el domingo en una subasta dirigida por los reguladores estadounidenses, según fuentes cercanas a la operación. El acuerdo por First Republic supone la adquisición de 173.000 millones en préstamos y 30.000 en valores. No asume la deuda corporativa o las acciones preferentes. «El Gobierno nos ha pedido dar un paso al frente y lo hemos hecho», ha indicado Jamie Dimon, director ejecutivo de la entidad. «Nuestra solidez financiera, nuestras capacidades y nuestro modelo comercial nos ha permitido hacer una oferta para ejecutar la transacción de forma que se minimicen los costos para el fondo de seguro de depósitos».
La decadencia económica de First Republic se había recrudecido en las últimas jornadas. El banco, que también tiene sede en San Francisco, había caído un 97% en Bolsa desde el estallido de la tormenta financiera en marzo. La mayor parte de ese retroceso se había producido la última semana de abril, cuando los clientes aceleraron la retirada de depósitos hasta en 102.000 millones de dólares.
Tras este acuerdo nocturno, todos los depositantes de First Republic, incluidos los que superan ahorros por encima de 250.000 dólares (el límite de garantía de depósitos establecido en Estados Unidos) tienen asegurado su dinero cuando las 84 sucursales del banco en quiebra vuelvan a abrir este mismo lunes donde en EE UU no es festivo.
JP Morgan, el principal banco de Wall Street, estima que incurrirá en 2.000 millones de dólares en costes de reestructuración relacionados con la transacción durante los próximos 18 meses y espera una ganancia de 2.600 millones. Como parte del acuerdo, la FDIC también proporciona 50.000 millones de financiamiento a cinco años.
Además, JP Morgan apunta que se reembolsarán los 30.000 millones que él y otros 10 bancos inyectaron de manera infructífera en First Republic a mediados de marzo en un intento por evitar una nueva sacudida en el sistema.
Enlace de origen : Estados Unidos logra que JP Morgan rescate al First Republic para evitar otro pánico bancario