Absuelto Álvaro de Marichalar por mostrar una bandera española en una protesta independentista

Según señala la sentencia, acudió a la plaza Sant Jaume, en Barcelona, con una pancarta y una bandera española en medio de una protesta independentista. «Ante el riesgo de que se desencadenase un desorden público y para preservar su seguridad física», según el fallo judicial, los Mossos le acompañaron al interior del Palau de la Generalitat, en plena plaza. Los agentes le cogieron del brazo. Marichalar no quería quedarse en el interior del edificio y quería volver a la manifestación. Los policías le dieron dos empujones y lo llevaron a otra sala. Durante el trayecto, se golpeó en la cabeza con la puerta, «lo que conllevó que lo redujesen, le pusiesen las esposas y tras caer al suelo, lo llevaron a una sala donde se quedó sentado», afirma la sentencia. Sufrió lesiones. En principio, denunció a los agentes por el delito de lesiones. Tres policías fueron imputados y también han sido absueltos.

Según la Fiscalía, los policías decidieron protegerle, llevándole al interior del Palau de la Generalitat, pues «algunos manifestantes, que se hallaban exaltados, increpaban al acusado». «Con ánimo de quebrantar el principio de autoridad, el acusado negando la condición de policías en todo momento de los agentes de Mossos d’Esquadra, se negó a entrar teniendo que arrastrarle hacia dentro y una vez dentro, se negó reiteradamente a permanecer en el interior, llegando a encararse a los agentes y teniendo que cogerle el subinspector por el brazo izquierdo y el agente por el brazo derecho sin que llegarán a lograrlo ya que forcejeaba con los agentes para evitarlo», según acusó el fiscal. «Se disponían a llevarlo a una sala dentro del Palau de la Generalitat cuando el acusado se golpeó con el marco de la puerta y empezó a mover todo el cuerpo estando muy alterado, teniendo que reducirle boca abajo y ponerle las esposas para lograr que se calmara», según el Ministerio Público.

Marichalar sacó una pancarta (que rezaba: ‘Todos los catalanes juntos en España’ y «Stop 3%») que la gente se la tiró al suelo, luego se la retiraron los agentes, más tarde volvió a exhibir otra pancarta y luego un palo con una bandera española, con la que según algún testigo dio a una chica, señala la sentencia. El fallo da por probado que los agentes decidieron preservar el orden público y la integridad física del acusado, llevándoselo de la manifestación, pues entendieron que se podía generar conflicto. «Tampoco apreciamos una actitud de oposición a ser trasladado al interior del edificio, es evidente el desacuerdo y disgusto del acusado, pero esa discrepancia se trasluce en su expresión, en su gesticulación, pero no cabe apreciar actitud física oponiéndose a entrar en el edificio», concluyen los jueces.

Su conducta no se ajusta al tipo penal del delito de resistencia pues la «oposición verbalizada, a ser apartado de la manifestación es entendible desde la óptica de un ciudadano que está ejercitando su legítimo derecho de manifestación», según el fallo. «La conducta del acusado, cuando es conminado a salir de la manifestación, si bien discrepante, es correcta, dialogante en el interior del edificio de la Generalitat, pero en ningún caso se aprecia, al margen de los dos empujones, ningún tipo de acometimiento del acusado a los agentes, que si bien pudiera querer integrarse nuevamente a la manifestación, no se evidencia su discrepancia más que con el empleo de la dialéctica», remata la sentencia.