Las cestas de la compra del mes de abril fueron las más abultadas desde que comenzó la crisis inflacionista. Las ventas totales de bienes de consumo se elevaron un 16,7% respecto al mes de abril de 2022, según los últimos datos publicados por NIQ. Una subida que se debe sobre todo al repunte de la demanda, que se incrementó un 7% en abril frente al descenso del 5% de marzo.
Además, los precios se contuvieron, del 15,2% de alzas del mes de marzo al 9,1% de subidas de abril. Sobre todo en la categoría de la alimentación, que se mantiene como el capítulo que más desembolso supone para los españoles. Las ventas subieron un 17,7% debido a que aunque los precios se incrementaron un 10,3% la demanda subió también un 6,7%.
En el apartado de bebidas se registró un aumento de las ventas del 16,5%, con incremento del 7,2% en el precio y el 8,7% en la demanda. Y la categoría de droguería y perfumería registró subidas de ventas del 13%, con un 5% de mayor demanda y un 8% de subidas de precio.
En el informe se indica que los motivos de este aumento del gasto son las atas temperaturas y la Semana Santa, que adelantó las compras veraniegas con productos propios de esta estación (la demanda de protección solar creció un 49%, los helados un 45%, el agua embotellada un 14% o los insecticidas un 58%). Además, también hay que tener en cuenta que se compara con abril de 2022, cuando aún había hogares que compraban menos por el acopio realizado un mes antes por el estallido de la guerra.
El consumo fuera de casa hace caer la demanda de productos como las bebidas alcohólicas, que retroceden un 5% en abril, o los espumosos, que descienden un 5,5%.
Entre los productos que registran mayores alzas de precio frente a un año antes, se sitúa el azúcar y los edulcorantes, con un 36,8% más, mientras que la parafarmacia, que ya registraba un volumen de bajaba considerablemente, sufre un alza en el precio del 36,8%; los alimentos infantiles que aumentan un 23,3% o los quesos blancos pasteurizados, que cuestan un 23,1% más.
Enlace de origen : Los españoles gastaron en la compra un 17% más en abril pese a la contención de los precios