A mayúscula. Cinco autores locales recibieron este viernes la apreciada inicial como ganadores de los Premios del Libro Ateneo Riojano (PLAR) en su undécima … edición: Adriana Bañares, Ana Jiménez, Luis Alfonso Iglesias Huelga y Floren Romero por sus respectivas obras publicadas el año anterior y Jesús Vicente Aguirre por el conjunto de su trayectoria y su alta contribución cultural. La primera letra del alfabeto, la primera que se aprende a leer y escribir, la A de Ateneo.
Por primera vez en su historia la sociedad centenaria celebró la entrega de sus galardones fuera de su sede en Muro de Cervantes (que se encuentra en obras todo este curso) y se trasladó al Círculo Logroñés. Un acto amenizado por el dúo musical Par de Dos (Sara y Ekaitx) se convirtió en colofón festivo a una semana del Día del Libro repleta de actividades y ratificó la creciente popularidad y prestigio de los PLAR, a pesar de no tener dotación económica. La rica actividad literaria y editorial riojana encuentra en ellos el mejor escaparate.
Ya conocido de antemano, el premio honorífico Paulino Masip –cofundador del Ateneo– recayó por fin en el escritor e investigador Jesús Vicente Aguirre, autor de una ingente labor de recuperación de la memoria histórica a través de su libro ‘Aquí nunca pasó nada’, reivindicación de (casi) todas y cada uno de las más de dos mil víctimas de la represión franquista en La Rioja, y de sus secuelas ‘Al fin de la batalla y muerto el combatiente’ y ‘Escríbeme a la tierra. Cartas de los que van a morir. La Rioja 1936’.
De viaje en México, precisamente el país donde Masip murió en el exilio huyendo de esa misma represión de la que desgraciadamente no se libraron otros ateneístas, Aguirre agradeció por vídeo esta distinción de una casa, la llamada ‘casa de todos’, al que siempre ha estado muy vinculado y que considera «símbolo de la memoria y de los libros».
Doce libros y cuatro premios
Por lo que respecta a los premios literarios del año, como en anteriores ediciones doce libros llegaban como finalistas en las cuatro categorías habituales. El ganador en narrativa es ‘El último hombre en Toribio’ (Hades), debut literario de Floren Romero, cantautor y dramaturgo argentino residente en La Rioja, con una novela que presenta trazas de thriller rural pero termina ofreciendo una conmovedora y entrañable mirada a los pueblos olvidados.
LOS CUATRO LIBROS PREMIADOS

Floren Romero
‘
‘El último hombre en Toribio’
Editorial: Ediciones Hades

Luis Alfonso Iglesias Huelga
‘Manuel Bartolomé Cossío. El arte de educar’
Editorial: Renacimiento (Biblioteca de la Memoria)

Adriana Bañares
‘Vacaciones’
Editorial: Maklein & Parker (Mirto Poesía)

Ana Jiménez
‘El viaje’
Editorial: Apuleyo Ediciones
Quedaron finalistas Eba Martín Muñoz, vasca también riojana residente, por ‘Hermanas’ (Almuzara), novela finalista del Premio Nadal 2024, un thriller psicológico con tintes góticos;y la logroñesa Virginia Ruiz por el libro de relatos ‘Lo que crece en las grietas’ (Pepitas), que rastrea hasta la infancia a los personajes rotos de sus historias para tratar de encontrar esperanza en sus heridas o, al menos, algo de poesía.
En la categoría de ensayo y divulgación, el premio ha sido para el astur-riojano Luis Alfonso Iglesias Huelga por ‘Manuel Bartolomé Cossío. El arte de educar’ (Renacimiento), obra que reivindica la figura y la obra del ilustre pedagogo jarrero, padre junto a Giner de los Ríos de la Institución Libre de Enseñanza.
El riojano Óscar Calavia, especialista en América Latina establecido en París, era candidato con ‘Imperio mío. Apólogos de la conquista’ (Pepitas), que ofrece una visión crítica del antiguo imperio español, huyendo de la imperiofilia y de la caricatura. Yel tercer aspirante, un libro de fotografía: ‘Rumbo ártico. Fotografiando la naturaleza en el Círculo Polar’ (Economía Digital), del logroñés José Luis Gómez de Francisco.
En poesía, el PLARse lo lleva ‘Vacaciones’ (Maklein & Parker), de la logroñesa Adriana Bañares, que reflexiona de la mano de su hijo sobre la belleza y la melancolía que encierran los recuerdos, sobre la pérdida de seres queridos, los matices del amor, la pérdida y la redención.
Era finalista ‘La baldosa que habito’ (Trasmoz), poemario de la zaragozana y riojana Sonia Andújar en el que se reencuentra con la niña que fue y con los silencios que se instalaron en ella;y también ‘En la sombra’ (Siníndice), primera colección de poemas de Álvaro Vildosola, autor que se expresa en constante lucha contra el ego y con el amor.
Por último, los tres libros nominados en la categoría infantil y juvenil eran ilustrados. El ganador es ‘El viaje’ (Apuleyo), de la joven peruana y riojana de adopción –literalmente– Ana Jiménez, un álbum autobiográfico escrito e ilustrado por ella misma. Han quedado finalistas ‘El verano que cambió la vida de Mihail’ (Bambú), de Carmela Trujillo, extremeña de origen, con dibujos David Granados; y ‘Jugonas’ (La Esfera de los Libros), de la periodista autoleña Noemí de Miguel, con ilustraciones de Victoria Núñez.
Doce libros merecedores de una A, doce «puentes» con los lectores, como los describió Mari Paz García en nombre del Ateneo: «Celebramos, el acto de escribir –dijo la vicepresidenta en el acto de entrega–. El libro como resultado, sí, pero sobre todo el proceso. El alma que dejáis en cada página. Mientras haya alguien que escriba con verdad, siempre habrá esperanza, belleza y una historia esperando ser contada».
Enlace de origen : A mayúscula para leer con el Ateneo