Martes, 1 de octubre 2024, 10:58
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Andrés Iniesta, el tipo que anotó el gol más importante en la historia del fútbol español para dar a España el único Mundial que luce en su palmarés, dice adiós al fútbol. El centrocampista de Fuentealbilla – Albacete – puso patas arriba a todo un país una tarde de julio en 2010 con su gol ante Países Bajos en Sudáfrica y andaba por el golfo Pérsico, a sus 40 años, apurando sus opciones de seguir en activo con el balón entre los pies. El próximo día 8 de octubre, en honor a su dorsal, y en un acto en Barcelona, comunicará que se retira.
El exvolante del Barça, manchego de nacimiento y catalán de adopción tras aterrizar en un tierra que le abrió las puertas cuando era solo un niño, pondrá punto y final a una carrera llena de éxitos donde lo ganó absolutamente todo. Quizás le faltó un Balón de Oro, pero con Messi presente terminó en segunda posición en el inolvidable 2010. Con el Barça acumuló 4 Champions League, 3 Mundiales de Clubes, 9 Ligas, 3 Supercopas de Europa, 6 Copas del Rey y 7 Supercopas de España. Un palmarés histórico que con La Roja se hizo leyenda después de dos Eurocopas – fue MVP en la de 2012- y, aquella maravillosa Copa del Mundo.
En el verde, prevalererá la imagen de un jugador que practicó el fútbol ‘slow-motion’, que no perdía la pelota, que driblaba y pensaba rápido y que fuera de los terrenos de juego se mantuvo en un segundo plano, sin declaraciones altisonantes ni extravagancias. Pese a su timidez, mandó un mensaje reciente a quienes le admiran, y es que ni el éxito más grande garantiza una buena salud mental. Se suele pensar que los futbolistas son felices por ganar dinero haciendo lo que más les gusta, esta no es la realidad muchas veces. La depresión es para todos.
«No tenía ganas de vivir. No tenía esa alegría o energía que tiene que tener la vida. Te hacen pruebas y estás bien, pero tú notas que algo no funciona. Te metes en tu cuerpo y tu mente, donde todo lo ves negro. Deseaba que llegase la noche para tomarme mi pastilla y descansar. Era el momento de más placer», explicó en una entrevista en la que ahondó que el detonante de toda esa situación fue la muerte de su íntimo amigo Dani Jarque en verano de 2009, unos meses después de que el futbolista que parecía no estar aunque estuviera siempre, marcara otro tanto inolvidable para los seguidores del Barça en Stamford Bridge, metiendo a su club en la final de la Liga de Campeones ante el Chelsea. Aunque sigue en terapia, Iniesta venció a los días más negros. Tras la ruta hacia la eternidad en Johannesburgo y después de 16 temporadas defendiendo la camiseta azulgrana, pasó unos años en Japón y ahora reside en Emiratos Árabes.
Enlace de origen : Andrés Iniesta, el héroe inesperado, cuelga las botas