Angelines del Pozo, la pionera en devolver la voz a los riojanos

Jueves, 16 de enero 2025, 17:57

Angelines del Pozo es una pionera. Se ganó ese título hace años, allá por los setenta, y aún en el presente recibe reconocimientos por ello. Ella fue la primera logopeda de La Rioja y, aunque hace ya tres décadas que se jubiló, este viernes será objeto de un homenaje en la Universidad de La Rioja con motivo de una exposición llamada ‘Mujeres que dan la palabra’. Esta tiene por finalidad dar visibilidad, precisamente, a esas pioneras del ámbito de la logopedia en España. Y Angelines es, sin duda, una de ellas.

La riojana es maestra. Se formó para ello y desarrolló esa profesión en Venezuela durante 20 años. Así fue hasta que en 1976 regresó a España. «Quería estar cerca de mi madre, que ya era mayor», cuenta Del Pozo. Al volver, se percató de la necesidad de reinventarse y fue su hermana la que le ayudó en ese camino. «Se enteró por una revista de que hacían unos cursos de logopedia en Madrid, de cuatro o cinco meses, y que para acceder a ellos había que ser maestra o enfermera», recuerda. «Yo no conocía nada de ese mundo, pero me apunté», añade.

Del Pozo puso rumbo a la capital y sacó adelante el curso, tanto en su parte teórica como en la práctica. Se ganó, por derecho, el título y volvió a Logroño con el reto de demostrar que había una necesidad de logopedas en el ámbito de la salud. No fue fácil. «Mucha gente no entendía que una persona que no fuera sanitaria trabajara en un hospital», expone. Halló, por lo tanto, ciertas reticencias, pero no se rindió. «Así que presenté lo que había aprendido en el curso al jefe del Servicio de Rehabilitación y él me dijo que empezara al día siguiente», relata.

La riojana comenzó así a desarrollar su labor en La Rioja, aunque no en las mejores condiciones. «Estuve año y medio sin cobrar porque desde Madrid no nos daban la plaza que solicitamos», se lamenta. «Mucha gente me decía que me marchara, que así no podía estar, pero yo insistí y en enero de 1979, por fin, nos contestaron afirmativamente y nos dieron la plaza», se congratula.

«Muy gratificante»

Los primeros pacientes en pasar por las manos de Del Pozo fueron operados de laringe. «Trabajar con ellos resultaba reconfortante porque venían limitados, con muchos complejos, y era muy gratificante poderles devolver la facultad de hablar», cuenta. «Se obtenían muy buenos resultados», apostilla. Después llegaron otras afecciones, como las afasias, las disfonías o las dislexias, por lo que la formación de Del Pozo nunca se paró. «La logopedia era entonces un terreno muy desconocido; me tuve que mover por congresos y también consultaba mis dudas con expertos de Madrid o me iba a Barcelona a comprar los libros del doctor Perelló, un gran foniatra», enumera. «Solo en cinco o seis hospitales de todo el país había logopeda, uno de ellos el nuestro, el de San Millán», apuntilla.

Los inicios

«Estuve año y medio sin cobrar porque desde Madrid no nos daban la plaza que habíamos solicitado»

Reticencias

«Al principio, mucha gente no entendía que una persona que no fuera sanitaria trabajara en un hospital»

Del Pozo se jubiló en 1995, pero lo hizo con un gran bagaje a sus espaldas. Estuvo, por ejemplo, en los inicios de la Asociación Riojana de Operados de Laringe (AROL) y recuerda con agrado el trabajo con sus pacientes. «Trabajé con mucha gente; yo les tenía mucho cariño y ellos a mí, también», detalla. «Una vez, un señor, Marcial, estaba hablando en una peluquería de mí y decía que me tenían que poner una estatua porque él era incapaz de hablar y, gracias a mí, había podido recuperar la voz y volver a trabajar», añade.

Ese es solo un ejemplo de la labor realizada por Del Pozo y por la que este viernes se le hace un homenaje. «Yo al principio no quería este reconocimiento, pero se pusieron en contacto con mis sobrinos y ellos estaban encantados», explica a sus 93 años. «Yo simplemente he hecho mi trabajo lo mejor que he podido y seguro que los que vengan lo harán mejor que yo, porque ahora la logopedia ya es una carrera universitaria», cuenta. Angelines abrió el camino.

Una muestra sobre mujeres que «han sido invisibilizadas»

El homenaje a Angelines del Pozo se enmarca dentro de la presentación, este viernes, de la exposición ‘Mujeres que dan la palabra’, organizada por la asociación homónima y por el Colegio Profesional de Logopedas de La Rioja. Dicha muestra tiene como propósito principal «difundir la historia de la logopedia y resaltar el papel de mujeres que, durante mucho tiempo, han permanecido en silencio y han sido invisibilizadas por la ciencia». Para lograr ese objetivo, se realiza un recorrido por las pioneras en este ámbito en las diferentes comunidades autónomas.

La exposición incluye paneles informativos con las biografías de todas esas mujeres, Angelines del Pozo incluida. Dichos paneles permitirán a los visitantes conocer las historias de esas pioneras y sus principales aportaciones al mundo de la logopedia. La inauguración tendrá lugar a partir de las 19.00 horas en la Facultad de Ciencias de la Salud de la UR y permanecerá abierta hasta el 24 de enero.

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