La empresa tiene que readmitirle y pagarle una indemnización por daños morales
Un juzgado de Barcelona ha declarado nulo el despido de una camarera de un local de copas de Barcelona, que se negó a vestir como le obligaba el jefe: en sujetador, culotte y medias. El juzgado de los social 4 de Barcelona ha obligado a la empresa propietaria del local a readmitirla. El empresario ha sido condenado además a pagar una indemnización de 6.251 euros en concepto de daños morales y 1.613,74 euros, más el 10% por el salario.
Según la sentencia, ha quedado acreditado que la empresa obligaba a las camareras a llevar un atuendo específico: sujetador, culotte y medias. La demandante se negó y así se lo hizo saber a sus jefes, lo que motivó que en fecha 12 de septiembre de 2021 la empresa le concediera vacaciones y más tarde le comunicara la rescisión de su contrato. El fallo judicial señala que se ha acreditado la vulneración del derecho fundamental al honor, a la intimidad personal y a la propia imagen sin que la empresa demandada haya podido justificar la medida adoptada.
En consecuencia, el fallo «declara la nulidad del despido» por «vulneración del derecho fundamental al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen». Condena a la empresa a la inmediata readmisión de la trabajadora con abono de salarios de trámite, «debiendo cesar la empresa en la conducta que se ha estimado contraria a los derechos fundamentales» de las trabajadoras, así como al abono de 6.251 euros en concepto de daños morales.
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