Martes, 9 de julio 2024, 17:39
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El dispositivo contra incendios ha tenido este martes su tradicional puesta de largo en la base de la Agoncillo unos días después de que La Rioja entrase en la época de alto riesgo, que desde hace unos años se adelanta quince días, al primero de julio, por la tendencia al alza de las temperaturas para un verano cada vez más anticipado. Por fortuna, este periodo llega en esta ocasión con un nivel de peligrosidad bastante inferior al de los últimos años debido a las abundantes lluvias que han regado la comunidad desde el invierno. Pese a todo, no es motivo para relajarse, y por ello La Rioja refuerza su operativo con cerca de setenta personas en verano para congregar a un equipo humano repartido por toda la comunidad de trescientos profesionales con un único objetivo: luchar contra los incendios forestales.
Sobre la pista de la base de Agoncillo, dos aviones de carga del Ministerio de Transición Ecológica recién llegados para la campaña y el helicóptero en el que trabaja la Cuadrilla de Acción Rápida (Carif), la primera unidad de acción de La Rioja. En menos de media hora pueden plantarse en cualquier punto de la comunidad para convertirse en el primer frente de acción y sumarse, dado el caso, al resto de recursos de la comunidad, principalmente los retenes, agentes forestales y los técnicos de la dirección general de Medio Natural. «Nuestro objetivo es llegar al incendio cuanto antes y controlarlo en su estado inicial. Nos movemos muy rápido y ese es nuestro ‘plus’, pero somos un eslabón más en el dispositivo de La Rioja», ha señalado Nicholas Eley, técnico de la helitransportada.
El ejercicio del dispositivo, en imágenes
Por fortuna, este año las actuaciones han sido mínimas, algo que justifican las benévolas condiciones meteorológicas que ha hecho olvidar la sequísima primavera pasada. «Tenemos calor pero hay mucha humedad, está todo muy verde», comenta Eley.
Pero el verano siempre es una época peligrosa y el refuerzo llega principalmente mediante nuevo personal en los retenes, que alcanzan los 108 efectivos y en las quince torretas de vigilancia. En global, La Rioja cuenta con un dispositivo de trescientas personas entre operarios de extinción en los doce retenes, agentes forestales, la cuadrilla de la Carif, los técnicos de la dirección general, los conductores de autobombas, los vigilantes de las torretas, los bomberos del CEIS y de Logroño, Protección civil… Medios humanos que se complementan con la infraestructura regional de centros comarcales, puntos de agua y vehículos de extinción.
La constante prevención
Noemí Manzanos, consejera de Agricultura, Ganadería, Mundo Rural y Medio Ambiente, ha recalcado que este año el Gobierno regional destina 9,5 millones de euros a la lucha contra los incendios, de los cuales, más de la mitad se dedican a labores de prevención, aquellas que preparan el terreno para reducir el riesgo de propagación de los incendios cuando la chispa prenda, sea con el desbroce de un bosque, el acondicionamiento de un camino o la instalación de una balsa. «Todo se va a deber a ese buen trabajo que se ha realizado en esos meses anteriores», ha señalado la consejera, si bien confiaba en que las incidencias sean mínimas. Noemí Manzanos ha anunciado además la creación de cara a la próxima campaña de un nuevo retén en la zona de Villoslada de Cameros.
Por su parte, la delegada del Gobierno, Beatriz Arraiz ha remarcado que este operativo supone «el ejemplo más claro y positivo de colaboración entre administraciones, ya que el Estado apoya a las comunidades, en este caso con dos aviones de carga en tierra y una unidad móvil de análisis y planificación, además de contar con la posible actuación de Brigadas de Refuerzo en Incendios Forestales (BRIF) y la UME y los dispositivos especiales de Policía y Guardia Civil».
La esperanza es vivir un verano tan tranquilo como el anterior, en el que se quemaron solo 14 hectáreas (53 en el conjunto del año). Unas cifras que contrastan con las del aciago 2021, en el que 454 hectáreas se vieron afectadas, especialmente por dos graves incendios, el de Ezcaray (82 hectáreas) y el del Monte Yerga (360), que abarcó Quel, Autol, Villarroya y Grávalos.
Para tratar de evitar cualquier conato, el Gobierno de La Rioja establece una serie de restricciones hasta el 15 de octubre, entre las que se incluye la prohibición de utilizar asadores y de realizar quemas agrícolas, así como condicionantes para otras actividades. Además, se ha incorporado un nuevo sistema complementario, el Índice de Potencial de Gran Incendio Forestal (Ipogif), que permite establecer a diario el riesgo por demarcaciones y de esta forma poder actuar más al detalle e incrementar la incidencia de ciertas restricciones. Por ejemplo, hoy la zona de los Obarenes-Toloño se encuentra en riesgo muy alto; el valle y la zona oriental, en alto; y la parte occidental y la sierra, en moderado. Además, este sistema diferencia como zonas de peligro los terrenos forestales y aledaños.
Algunas de las restricciones
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Asadores
Prohibición del uso de asadores salvo que se encuentren bajo techo, en edificaciones cerradas al 75% y con suelo de pavimento. -
Quemas de restos
No se autorizan las quemas de restos de origen forestal, agrícola o de jardinería salvo por motivos de sanidad vegetal justificadas y autorizadas. -
Cohetes
Los fuegos artificiales, cohetes y otros objetos voladores incendiarios deberán ser autorizados por el ayuntamiento y la consejería. -
Infreaestructuras
Condicionado el trabajo de desbroce en carreteras o infraestructuras ferroviarias que utilicen radiales y soldaduras. -
Sector primario
Permitido con condiciones el trabajo con desbrozadoras, cosechadoras, empacadoras, ahumadoras y otros.
Enlace de origen : El dispositivo contra incendios encara un verano que arranca con buenas condiciones