Los vecinos de
Nájera están hartos de encontrarse en la ciudad con grafitis, farolas rotas, bancos con las tablas de madera arrancadas o quemadas, cristales reventados y un largo etcétera de actos vandálicos visibles en varias zonas.
El pabellón multiusos es uno de los lugares que más ha sufrido estos destrozos a lo largo de los años, tanto en lo que se refiere a pintadas como a la rotura de cristales y de la lona que cubre una de las canchas. Para evitar esto último, desde el Ayuntamiento se tomó la decisión de instalar planchas de metal en la parte de fuera, pero no sirvió de mucho. «A los 15 días ya habían entrado a romper la lona por dentro», explican desde el Consistorio najerino. En total, arreglar todos estos destrozos ha costado más de 9.000 euros, «un dinero que pagamos todos».
Otra de las zonas más castigadas está siendo la del perímetro de la plaza de toros y las pistas de pádel. Resulta curioso que, en un lugar llamado ‘La Farola’, sea eso precisamente lo que los vándalos se dedican a destrozar. Esto ha llevado a que, en más de una ocasión, toda la zona del ruedo se haya quedado sin iluminación. Lo mismo ocurre en las pistas de pádel, donde además de estropear la luminaria, se ha tenido que sustituir el cristal de varias pistas, y algunas de ellas ahora mismo no cuenta con cristaleras. Estas no son las únicas instalaciones deportivas que sufren daños derivados de actos de gamberrismo, ya que el frontón municipal también ha vivido estos episodios, el último de ellos una rotura del cristal de la entrada debido a una pedrada.
La Policía vigila más pero faltan agentes. No se pilla al autor ‘in fraganti’ o es menor y poco se puede hacer
A todo esto hay que sumar la cantidad de grafitis que hay en los muros y paredes de muchas zonas de Nájera, tanto en el casco antiguo como en los Barrios Altos, donde, por ejemplo, la pared de frontón del parque San Lázaro está llena de pintadas.
Desde el Ayuntamiento señalan que «es difícil cuantificar el total de los daños, porque de muchos de estos destrozos se ocupa la brigada y se contemplan dentro de diferentes partidas». En lo que respecta a la vigilancia por parte de las patrullas de Policía o Guardia Civil, «se han intensificado después de la pandemia, pero como son daños considerados ‘menores’, y hay falta de efectivos, la mayoría de las veces no se les pilla ‘in fraganti’, y si se hace no se puede hacer mucho por ser menores de edad».
Enlace de origen : El vandalismo que destroza Nájera