En el campo y a tres minutos del centro

Lunes, 31 de marzo 2025, 07:31

Entre la ermita del Cristo del Humilladero y la subida al barrio del Cortijo discurre una carretera, la LR-441, en cuyos márgenes se desperdigan decenas de viviendas, fincas e incluso empresas. Es el área de influencia que gestiona la Asociación de Vecinos Carretera del Cortijo, a cuyos mandos está Carmen Pablo. Satisfechos tras el traspaso de la gestión de la carretera a manos del Ayuntamiento, los vecinos reclaman concreción y mejoras en una vía que articula su forma de vida.

Entrando en detalle

  • Servicios
    Una línea de autobús, la 6, que conecta el centro con El Cortijo, recorre la vía principal.

  • Comercio
    Es una zona eminentemente residencial, con algunas empresas.

  • Parques y zonas verdes
    No hay parques marcados, porque es una zona de viviendas individuales.

– ¿Qué es lo mejor de vivir en esta zona?

– Que vives en plena naturaleza y hay una tranquilidad completa. No oyes nada que no sea el ruido de los tractores y de las mulas mecánicas, hasta el punto de que enseguida sabes si alguien viene a verte porque no hay otros sonidos que el de los coches que se acercan a tu casa. Pero a la vez estamos a tres minutos de Logroño…

– ¿Y lo peor, lo que más críticas genera entre los vecinos?

– Que nos faltan muchos servicios necesarios. Nosotros no estamos aquí de paso, sino que es nuestra casa, vivimos aquí y pagamos los impuestos de Logroño, igual que el resto de vecinos de la capital. Por ejemplo, no tuvimos suministro municipal de agua hasta hace veinte años y lo conseguimos a fuerza de luchar y reclamar. Recogimos 9.500 firmas, como en la película de Julia Roberts ‘Erin Brockovich’, que nos inspiró mucho porque contaban el mismo problema que teníamos nosotros. Y conseguimos incorporar 165 tomas de agua en el 2004, pero aún hay doce vecinos del camino de Valhondo que siguen sin agua. Por alguna normativa reciente, los que no metieron el agua en su día, ahora no pueden. Y en eso estamos, peleando por ese derecho para los vecinos.

También esperamos que ahora que el Gobierno riojano ha traspasado al Ayuntamiento la gestión de la carretera del Cortijo puedan poner más paradas de autobús y mejorar la iluminación.

– Plantee tres reivindicaciones para su barrio, las necesidades más apremiantes.

– Lo que digo de más paradas de autobús, porque sólo tenemos la del polígono industrial del Cortijo y la de la residencia de ancianos. Muchos vecinos de la zona son mayores y no pueden recorrer media carretera para coger el autobús.

En segundo lugar, una mejor iluminación porque, aparte de mejorar la seguridad vial porque hay mucha gente que sube a trabajar en patinete a las empresas de la zona, también nos daría seguridad a los que vivimos aquí. Esta carretera por la noche parece la boca del lobo y más farolas aliviaría la sensación de inseguridad.

Y tercera, más contenedores, porque en ese aspecto también estamos abandonados, hay muy pocos y están muy separados entre sí.

– ¿Y qué le sobra a la zona?

– No nos sobra nada. Al contrario, nos faltan muchas cosas: iluminación, contenedores, seguridad… O por ejemplo, con el tema de los autobuses, no pedimos que haya uno cada doce minutos pero igual cada hora… Que el metropolitano a Cenicero pasa cada cuarenta minutos…

– ¿Alguna demanda histórica que nunca haya sido atendida?

– Para nosotros era muy importante la cesión al Ayuntamiento de la gestión de la carretera. Pero han pasado unos meses y no se han reunido con nosotros para informarnos de nada.

– ¿Qué le pide a los vecinos de su zona?

– A los vecinos de la zona no le no les podemos pedir nada, porque colaboran cuando tienen que hacerlo. Cuando en su época tuvimos que reclamar lo del agua y bajábamos todos los viernes al Ayuntamiento, no falló ni uno. Nos comunicamos bastante a través del grupo de WhatsApp y nos informan de las cosas que se encuentran que hay que mejorar.

– ¿Y al Ayuntamiento?

– Más allá de la reunión que pedimos, también nos gustaría que nos expliquen cómo van a articular esa gestión de la carretera, con los cuatro millones transferidos por el Gobierno.

– ¿Es un buen lugar para los niños, los jóvenes y los mayores?

– Sí, por supuesto. Esto es el plano campo, estamos en medio de la naturaleza. A ver, cuando mis nietos están aquí, nunca piden ir al parque [ríe].

– ¿Y para los animales de compañía?

– Para los animales de compañía esto es el paraíso. Mi perro se pasa el día correteando por el campo.

– ¿Qué envidia de otros barrios de Logroño?

– Algunas comodidades que tienen otras zonas: lo de tener más o menos cerca la parada de autobús, o lo de sacar la basura… Es cierto que aquí no hay servicios como colegios o consultorios, ni los reclamamos, pero sí otras cosas que facilitan la vida de quienes residimos aquí.

Y un aspecto que nos afecta mucho es la inseguridad. Hemos vivido muchos episodios de robos y asaltos, porque los delincuentes ven que esta zona está más desprotegida, por lo que no estaría de más que tuviéramos una presencia policial más frecuente.

Llamadas a emergencias que se derivan a Álava

Uno de los elementos que caracterizan esta zona residencial es la dispersión de las viviendas y la cercanía con la provincia de Álava, que genera a los vecinos de la carretera del Cortijo ciertas incomodidades. Cuenta Bartolomé, uno de los vocales de la asociación vecinal, que en caso de emergencias, como el repetidor de telefonía más cercano está en territorio vasco, las llamadas al 112 pasan a la centralita alavesa, con el consiguiente retraso en la gestión de las urgencias.

No dejaría de ser una anécdota curiosa si no hubiera vidas en juego en caso de emergencias sanitarias o cuando se detectan intrusiones delictivas en viviendas o empresas. «Es peligroso si hay un problema médico urgente o un robo: las llamadas en esos casos dan demasiados rodeos», alertan los vecinos.

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