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Ya lo barruntaba el alcalde Conrado Escobar cuando accedía a la biblioteca Rafael Azcona. Unos 70 comerciantes y vecinos aguardaban en el vestíbulo de la instalación para ver quién o quiénes del Ayuntamiento iban a contarles qué pasa con la implantación de la Zona … de Bajas Emisiones (ZBE) en el barrio. Caras largas y poca efusividad en la llegada del primer edil, que llegó acompañado por Miguel Sáinz, Íñigo López-Araquistain y Ángel Andrés. Escobar dejó cuatro frases, cedió el terreno a sus compañeros de equipo y excusó su marcha por tener que acudir al tanatorio.
«Yo no tengo ganas de implantar la ZBE en Logroño», señaló y añadió para aplacar los incesantes murmullos, comentarios crispados y gestos de incredulidad que «no hay nada decidido», y esta frase la repitió de manera constante. «Esta zona no es la última palabra y por eso estamos aquí, porque no está el horno para bollos y nosotros no vamos a contribuir a ponerlo peor», citó en referencia a polémicas urbanísticas en otras zonas de la ciudad o la patata caliente de la devolución de las subvenciones públicas.
«No quiero poner la ZBE, pero estoy obligado a hacerlo y tampoco me levanto por la mañana diciendo voy a fastidiar a este barrio. Una ciudad se hace con respeto y tampoco sé si la decisión de poner o no poner una ZBE la puedo tomar», dejando caer en su discurso mejoras consiguientes para el barrio como un paquete de contramedidas para aplacar los ánimos.
Una vez que el alcalde abandonó el salón de actos de la biblioteca el resto de responsables municipales se centró en datos generales de materias técnicas sobre las que se habló a trazos gruesos y sobre las que la gente quiere un aporte técnico más detallado. Cuestiones como la densidad poblacional, edad de los habitantes, calidad del aire, amplitud de las calles, colegios, centros de salud… deberán ser factores a desarrollar con datos precisos y estadísticos que serán aportados en una nueva reunión antes del 15 de febrero.
Por aplacar las aguas, algunas dudas quedaron resueltas. ¿Podré ir a recoger a mis padres que son mayores? «Sí». ¿Podrán venir a mi tienda, a mi peluquería, a mi negocio… en coche? «Sí» ¿Un domicilio podrá tener varios coches asociados? «Sí» ¿Podré tener en mi local varios coches aunque no esté empadronado en el barrio? «Sí» ¿Podré tener varios coches entre mi local y la calle ya que tengo un taller mecánico? «Sí». Entonces alguien preguntó: «¿Y tanto lío y tanto gasto en cámaras para qué?»
Unos vecinos que se sienten maltratados y no se creen nada
Algunas de las opiniones expresadas por los asistentes: «Ya tenéis la decisión tomada, ¿qué hacemos aquí?»; «Cada día apretáis un poco más el lazo y ya no podemos más. Habéis jodido el barrio»; «Poned la ZBE en Murrieta en esa rotondita que habéis plantado»; «Si al menos hubiera donde aparcar…»; «¿Hay que gastar dinero en estas sandeces?»; «Decís que no es una cuestión política. No dais informes técnicos»; «Habláis de encuestas, ¿a alguien de aquí le han llamado?», «¡A nadie! (coro general)», «se supone que en el centro de una ciudad habrá más contaminación, ¿no?»; «Os habéis cebado con Madre de Dios y San José» o «¿Quién ha hecho esos informes, cuánto han costado y… de verdad os los creéis?».
Enlace de origen : Escobar: «No tengo ganas de poner la Zona de Bajas Emisiones en Logroño»