Festival del Chorizo: el día grande de Baños

Un grupo de miembros de la Peña Los Parrales preparanlas raciones para su entrega. / JUSTO RODRÍGUEZ

Baños homenajea mañana a su producto más ilustre, en la que es la degustación más antigua de cuantas se celebran anualmente en La Rioja

César Álvarez

El Festival del Chorizo que anualmente organiza Baños de Río Tobía –a través de la Peña Virgen de los Parrales– recuperará mañana la normalidad.

El Covid privó en 2020 a los bañejos, y por extensión a toda La Rioja, de una celebración que camina firme hacia el medio siglo. Doce meses después, en septiembre de 2021, no se volvió a suspender, pero la tradicional cita gastronómica se celebró de forma íntima. Apenas los vecinos de la localidad pudieron disfrutar de la tradicional ración de chorizo escaldado.

Este año todo será diferente. La normalidad se va adueñando poco a poco de la vida cotidiana, y de ella forma parte una degustación que puede presumir de ser la más antigua de las numerosas que anualmente se celebran en la Comunidad Autónoma de La Rioja.

El primer Festival del Chorizo lo organizaron los jóvenes de la Peña Los Claveles en 1974

La fiesta se suspendió en 2020 y un año más tarde tuvo un carácter íntimo. Mañana vuelve la normalidad

Cuando a primera hora, los miembros de la peña Los Parrales comiencen los preparativos para la fiesta grande del municipio, estarán recogiendo el testigo de aquellos que en el año 1974 alumbraron el primer Festival del Chorizo de Baños de Río Tobía.

Un grupo de muchachos del pueblo miembros de la Peña Los Claveles –antecesora de la actual de Los Parrales– buscaban una fórmula para financiar sus actividades juveniles, y a la vez, promocionar el pueblo. La idea de organizar un Festival del Chorizo, emblemático producto chacinero de la localidad, surgió en el grupo que, al poco tiempo, lo hizo realidad con un más que notable éxito.

«La cita también es un homenaje a la industria cárnica del pueblo»

Cita ineludible

Desde entonces, un domingo previo a las fiestas de San Mateo, Baños se impregna del olor de su bien más preciado –el chorizo–y agasaja al visitante con un almuerzo basado en un trozo escaldado de esa chacina, pan y un jarro de barro con vino de la localidad.

Hasta ahora, sólo el coronavirus ha sido capaz de interrumpir la tradición iniciada por aquel grupo de jóvenes bañejos. Y sólo fue en el año 2020, cuando la situación era más dramática. En 2021, sin alzar la voz, Baños volvió a escaldar chorizo para repartirlo entre sus vecinos, que discretamente lo disfrutaron manteniendo las medidas de seguridad sociosanitaria.

No fueron las más de 14.000 raciones que se esperan repartir mañana en el Festival del reencuentro, sino apenas 1.000, pero porque las circunstancias eran muy especiales. Mañana la fiesta recuperará las grandes cifras previas a 2020.

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