Martes, 1 de octubre 2024, 20:08
Opciones para compartir
El presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, afirmó este martes en Logroño que «solo el 11% de los trabajadores tiene titulación en España», y en este sentido ve necesario que el sistema educativo y empresarial trabajen de manera coordinada, «que realicen un esfuerzo conjunto». El presidente de la patronal empresarial hizo estas declaraciones dentro de una nueva edición de Aula UNIR, en la que analizó las claves para la inclusión laboral de los jóvenes. «No debemos conformarnos con hablar de mejorar su empleabilidad», aseguraba, a la vez que apelaba a contar con una visión más ambiciosa, que lleve a unos altos estándares de competitividad, «con capacidad de estar a la altura de las economías del mañana».
De ahí que incidiera en la importancia de una formación continua para poder, además, ganar competitividad en un momento clave como este, «con esa lucha de Oriente-Occidente, China-Estados Unidos, que influye en dónde y en qué posición europea tenemos que estar». España, Europa y Latinoamérica «se tienen que poner las pilas» y para eso es necesario la formación, pero no «la clásica, que ha quedado pasada de moda; debe adaptarse a los nuevos tiempos».
«Si queremos construir una economía más sostenible, digital y justa y una sociedad más próspera, tenemos que contar con los jóvenes»
«Hay que contar con los mejores para tener empresas con mayor capacidad para contratar; redundará en más empleo y actividad económica»
Antonio Garamendi
Presidente de la CEOE
Garamendi unía la formación a la creación y retención del talento. «Hay que contar con los mejores para tener empresas más grandes, más fuertes y con mayor capacidad de contratar, lo que también redundará en más empleo y actividad económica». Ha mirado a Latinoamérica, para hablar de algunas de las manifestaciones de la Organización Internacional del Trabajo, que ha puesto el foco en la brecha de género y en las dificultades que tienen los jóvenes para encontrar empleo. «Pese a la evolución positiva de los últimos años, su tasa de desocupación sigue siendo elevada, más del doble de la general y en algunos países alcanza el 30%».
El presidente de la CEOE, que tomó la palabra tras la intervención de José María Vázquez, rector de UNIR, y que respondió también a las preguntas de estudiantes que le trasladó Isabel Díez, vicerrectora de Transferencia en UNIR, incidió en el protagonismo de la empresa para impulsar la integración social y laboral de los más jóvenes en esa región. Enumeró para ello algunas medidas que ayudarían: el fomento de la formalización del empleo juvenil con incentivos fiscales y ayudas para las empresas, el desarrollo de políticas activas de empleo y programas de pasantías y prácticas, la formación e inclusión de jóvenes en situación de vulnerabilidad o la reducción de las desigualdades de género. En este último punto se refirió a fomentar la participación de mujeres jóvenes en sectores «tremendamente masculinizados, como los del ámbito STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas)».
En cuanto a España, desde la CEOE se viene trabajando «con distintas iniciativas», con el mismo objetivo: impulsar la empleabilidad juvenil. Defiende -subrayó- modelos de formación «que tengan en el horizonte la empleabilidad y apostamos para que el sistema educativo y la empresa vayan de la mano». Insistió en que, «si queremos construir una economía que cada vez sea más sostenible, más digital, más justa e inclusiva, y una sociedad más próspera, tenemos que contar con los jóvenes», lo que conllevará la implicación «de todos» para acercar más la formación «a las necesidades del tejido productivo o consolidar la formación profesional dual como una vía de entrada al mercado laboral».
«El drama no es el empresario, es el influencer que quiere dinero mañana»
La irrupción del covid marcó un antes y un después en la economía mundial. Más de cuatro años después de la pandemia, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, consideró que «los mercados de trabajo han evolucionado de forma positiva». En un contexto de «crecimiento global moderado e inflación elevada», las economías de la zona han experimentado en los últimos años «una recuperación evidente», aunque aún se enfrentan a un escenario «macroeconómicamente complejo».
En concreto, los mercados de trabajo presentan una recuperación plena de sus tasas de ocupación; en el caso de España, el esfuerzo realizado ha llevado a la cifra de 21,2 millones de afiliados en agosto. «El empleo de los jóvenes ha aumentado un 15,6% desde 2019, por encima de la media, y un 17,9% desde la puesta en marcha de la reforma laboral de 2022».
No obstante, Garamendi reconoció que el mercado laboral se está desacelerando. «Lo que más nos preocupa es que la tasa de paro juvenil en España sigue rondando el 26%».
Hay otros indicadores que también le preocupan, ya que a pesar de que la economía «está creciendo a buen ritmo», se está viendo que «hay empresas que no están en esa misma tendencia» y que deben enfrentarse, aun así, a tres elementos fundamentales de cara al futuro: la transición verde, la digitalización y a la urgencia de ganar competitividad, «que estarán en la agenda los próximos años».
El presidente de la patronal ve crucial la creación de empresas y defendió la vocación de ser empresario, que reconoce que tiene para algunos unas connotaciones negativas. «La palabra emprendedor surge como consecuencia del complejo de hablar de la palabra empresario».
Quienes crean riqueza
Por ello, quiso aprovechar una de las preguntas planteadas en la sesión para poner en valor al empresario y a las empresas familiares. «Es una batalla en la que hay esfuerzo y riesgo, pero que también ofrece grandes alegrías». Porque -recordó- que para reducir el número de parados son necesarios más empresarios y más empresas.
«Es el mensaje que hay que lanzar; no hay que tener miedo. El drama no es el empresario, es el influencer que quiere dinero mañana. Ser empresario es crear una riqueza diferente; es algo que merece la pena», concluyó.
Enlace de origen : «La formación clásica ha quedado pasada de moda», advierte Garamendi