Una larga cadena de trabajo en equipo, de afrontar los obstáculos y dificultades económicas sobrevenidas en las tres últimas décadas y de retomar los proyectos más significativos para la sociedad son algunos de los procesos en los que se han visto inmersos los siete rectores de la UR para consolidarla como la principal referencia en calidad educativa y motor de cambio de la región.
En ese camino, desde que la institución académica empezó a andar en 1992, comenzaron a sucederse los hitos que darían forma al campus. Hubo proyectos, como la construcción del edificio Quintiliano o Rectorado, que se culminaron bajo el mandato del mismo rector. Otros, como el CCT o el ICVV, se retomaron en los siguientes equipos. Un trabajo colectivo y compartido, de recogida de proyectos y de impulso de otros nuevos, en los que el afán de Pedro J. Campos, Urbano Espinosa, Carmen Ortiz, José María Martínez de Pisón, José Arnáez, Julio Rubio y Juan Carlos Ayala –actual rector– por consolidar la UR ha dado sus frutos. Todos ellos han conseguido, a pesar de los obstáculos del camino, erigir la universidad como la principal referencia y vía de desarrollo de la comunidad.
«Además de contribuir al crecimiento cultural, ha puesto a La Rioja en el mapa científico del país y es conocida por Dialnet»
Pedro J. Campos | Rector entre 1992 y 1994
«Adquirió un marco económico que permitió su consolidación y desarrollo como cualquier otra universidad»
Urbano Espinosa | Rector entre 1994 y 2001
«Tiene que lograr la proyección universitaria en el exterior, no solo de imagen pública, también de transferencia»
Carmen Ortiz | Rectora entre 2001 y 2004
«El objetivo siempre fue crear patrimonio y tener presencia nacional, pero hubo problemas de financiación»
José María Martínez de Pisón | Rector entre 2004 y 2012
«Hubo una apuesta por reforzar la presencia de la universidad en diferentes alianzas y ámbitos y por acercarla a la sociedad»
José Arnáez Vadillo | Rector entre 2012 y 2016
«La crisis había terminado, pero pervivían normativas restrictivas. Implantamos cambios para paliar el abandono»
Julio Rubio |Rector entre 2016 y 2020
«Hay mucha experiencia y proyectos que no se deben perder, tienen que seguir vivos y evolucionar hacia algo mejor»
Juan Carlos Ayala |Rector de la UR desde 2020
Pedro J. Campos | Presidente de la Comisión Gestora entre 1992 y 1994
«Ha puesto a La Rioja en el mapa científico del país»
Pedro J. Campos comenzó a escribir la historia de la institución riojana con su participación en la redacción de la Ley de Creación. «Fue un proyecto muy interesante, porque permitió la puesta en marcha de la UR, pero hubo algunas sombras». No en vano, poco antes de que abriese sus puertas, los procesos dependían de otro centro. «El 6 de octubre pudimos abrir las aulas con los profesores y alumnos matriculados, cuando unos meses antes el personal docente dependía de la Universidad de Zaragoza y no teníamos ninguna idea conjunta». De ahí la satisfacción del catedrático jubilado de Química Orgánica de que la UR empezase a andar. «Me siento muy orgulloso de su puesta en marcha». «Además de facilitar los estudios universitarios a los riojanos y contribuir al crecimiento cultural, ha puesto a La Rioja en el mapa científico del país y es conocida por Dialnet». Pero «debe especializarse en áreas en las que haya buenos grupos de investigación».
Urbano Espinosa | Rector de la Universidad entre 1994 y 2001
«De la financiación dependía la solución de las carencias»
Urbano Espinosa llegó al rectorado en una época convulsa, caracterizada por un gran déficit de financiación. «La UR se puso en marcha sin una dotación económica adecuada, lo que obligó a mi equipo a priorizar tal cuestión; de su favorable logro dependía la solución a las enormes carencias con las que inició su andadura la institución». Pronto los contactos con el Ministerio de Educación y el Gobierno riojano permitieron revertir la dinámica y ofertar nuevas titulaciones, como Enología. Pero fueron las transferencias en materia universitaria las que propiciaron que el campus «adquiriese un marco económico estable que permitió su consolidación y desarrollo como una universidad a la altura de cualquier otra, en lo académico, en los servicios, recursos docentes e infraestructuras». Durante su mandato se culminó la construcción del Quintiliano y se proyectaron las obras del Vives, Rectorado, Departamental, Biblioteca, Centro Científico-Tecnológico y Polideportivo Universitario. También se creó la Fundación General, se incrementaron los cursos, plantillas de docentes, así como los estudiantes y convenios con empresas; y se implantó el primer campus virtual en una universidad pública con titulaciones ‘on line’».
Carmen Ortiz | Rectora de la UR entre 2001 y 2004
«Era el momento de lograr la excelencia de la Universidad»
Carmen Ortiz puso el foco en lograr, junto a su equipo, una mayor financiación para dar continuidad a los proyectos, servicios e infraestructuras que se pusieron en marcha. «Era el momento de centrar la universidad y conseguir su excelencia, es decir, una elevación de los niveles en docencia e investigación». También dio los primeros pasos para la adaptación de las titulaciones al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) y consiguió reconocimiento nacional en proyectos de Innovación Docente. En aquel momento, estaban en desarrollo las dos titulaciones en red que comenzaron en la anterior etapa, cuya tecnología se empleó también en las presenciales. Pero la UR tiene que aspirar a más. «Tiene que lograr la proyección universitaria en el exterior, no solo de imagen pública o institucional, sino de transferencia de resultados de investigación».
José María Martínez de Pisón | Rector entre 2004 y 2012
«Quise construir algo más que una universidad»
José María Martínez de Pisón prosiguió el legado con el foco puesto en consolidar las infraestructuras y servicios del campus. Adaptó la estructura organizativa académica al EEES, renovó la Fundación de la UR, promovió el ICVV y la creación del Campus Iberus y Fundación Dialnet. «Cada uno de nosotros hemos tratado de consolidar la universidad y proyectarla hacia la sociedad logroñesa, así como a nivel regional e internacional», explica el catedrático de Filosofía del Derecho. Una de sus preocupaciones era «construir un ‘holidng’, algo más que una universidad, lo que logramos al revitalizar la Fundación de la UR, dotándole de competencias en algunas de las iniciativas que hoy proyectan a la universidad sobre La Rioja». El propósito fue «crear patrimonio y tener presencia a nivel nacional, pero hubo muchos problemas de financiación». De ahí que, a medio plazo, haga falta «establecer una carrera académica clara, con una desburocratización de los procesos, una mayor agilidad para la reforma o adopción de títulos, rehabilitar edificios y un aulario».
José Arnáez Vadillo | Rector entre 2012 y 2016
«Se ha consolidado y atiende los intereses de la región»
La llegada de José Arnáez al rectorado se topó con luces y sombras. «La universidad estaba muy organizada y contaba con una plantilla consolidada, pero sufrí la parte final de la crisis, con legislaciones muy restrictivas». A pesar de esta situación, durante su mandato se terminó la última fase del CCT, se fundó la Escuela de Máster y Doctorado se apostó por «reforzar la presencia de la universidad en diferentes alianzas y ámbitos, y por hacerla llegar a la sociedad». Un proyecto que, «al estar vinculada a la recogida del testigo de los rectores anteriores y de pasarlo al siguiente, ha hecho que la UR se haya consolidado a lo largo del tiempo y esté mucho más presente en la sociedad. Es conocida y atiende los intereses de nuestra región». Pero le hace falta «capacidad financiera para poder abrir nuevas líneas de especialización y formación». De su etapa como director de la ANECA, recuerda un «trabajo intenso». «Es un organismo esencial para garantizar la calidad de las titulaciones universitarias y la cualificación del profesorado en el marco del EEES. Dirgir la Agencia fue un privilegio».
Julio Rubio | Rector entre 2016 y 2020
«Pusimos la mirada en la parte más frágil de la UR»
Julio Rubio tomó las riendas del rectorado con la mirada puesta en las personas. «La crisis había terminado, pero la financiación era de crisis y pervivían normativas restrictivas». Quiso revertir la situación con medidas que «paliasen el abandono». «Se implantaron cambios normativos a favor del estudiantado, como el sistema URAtiende, para luchar contra el abandono y estabilizamos la plantilla para terminar con las interinidades. Pusimos la mirada en la parte más frágil». De repente, la pandemia lo truncó todo. «La docencia tuvo que ser ‘on line’, pero creo que se gestionó bien». Pero a pesar de que la UR constituye «una seña de identidad riojana, que ha ayudado a vertebrar la sociedad, debe pensar más en el estudiantado y en su entorno social, permitir que el investigador sénior pueda volver a dar clase y no dejar que se multipliquen los contratos precarios».
Juan Carlos Ayala | Rector actual
«Busco impulsar la relación de la UR con la sociedad»
Desde que llegó al rectorado, Juan Carlos Ayala se empeñó en «impulsar la relación de la UR con la sociedad». «Hay mucha experiencia y proyectos que no se deben perder, que tienen que seguir vivos y evolucionar hacia algo mejor». De ahí que entre sus principales hitos para que la UR siga siendo «una institución académica de referencia» se encuentren el impulso de la transferencia del conocimiento y la creación de las dos primeras empresas de base tecnológica. Un proyecto de suma al que le falta «conseguir un sello de calidad institucional» e impulsar las alianzas estratégicas con instituciones de enseñanza superior en Europa y Latinoamérica. Otro de los retos será afianzar la UR «como un referente en la sociedad riojana para todo lo relacionado con la investigación, docencia y transferencia de conocimiento».
Enlace de origen : La UR, un logro colectivo y compartido