Riojanos que dejan huella

Claudio García Turza, Luis de la Fuente y el Orfeón Logroñés. Dos personas y una entidad con una tierra en común, La Rioja, y con algo más que, desde este viernes, les une. Son los primeros en conseguir un Premio Impronta. Los primeros en obtener un galardón que entrega desde este año Diario LA RIOJA a aquellos que, de un modo u otro, han dejado una huella que merece ser valorada.

Y si se habla de huellas en La Rioja, no se pueden olvidar las esos dinosaurios que poblaron en tiempos remotos esta tierra y que forman uno de sus principales atractivos turísticos. Por ello, este reconocimiento vino acompañado de una escultura elaborada por uno de los artistas más brillantes de la región, José Antonio Olarte, y tomó forma de fiel reproducción de una icnita original del yacimiento de Los Cayos, de Cornago. Un premio de clara inspiración riojana para unos galardonados que llevan la bandera de la región con orgullo y entregados por un medio de comunicación que porta el nombre de la comunidad autónoma desde hace ya 135 años. La Rioja, por lo tanto, no pudo estar más presente en la gala.

Presentado por los periodistas Pablo Álvarez e Isabel Martínez, el acto, patrocinado por CaixaBank, Fundación ‘la Caixa’, UNIR, Ayuntamiento de Logroño y Gobierno de La Rioja (a través de la ADER), se celebró en las instalaciones de Bodegas Franco Españolas (colaborador del evento junto a Singularis Catering) y arrancó con un vídeo protagonizado por los trabajadores de Diario LA RIOJA con motivo de 135 aniversario del periódico.

A continuación, tomaron la palabra los representantes de los patrocinadores del evento, quienes hablaron de pasado, presente y futuro. A todos se les preguntó por la noticia que les gustaría leer el próximo año en Diario LA RIOJA y la mayoría coincidió en un punto: que la región pueda alcanzar el pleno empleo.

Después, llegó el momento central, el de aplaudir a aquellos que caminan con firmeza. Que pisan fuerte. El Premio Impronta a la Trayectoria fue el primero y se lo llevó Claudio García Turza. Doctor en Filosofía y Letras, este riojano, nacido en Calahorra en 1943, ha dedicado su vida profesional a ahondar en todo lo relacionado con el lenguaje, convirtiéndose en un referente en asuntos tan relevantes como las Glosas Emilianenses.

Si admirable es la trayectoria de García Turza en su ámbito también lo es la de Luis de la Fuente en el deporte. Sin emargo, su reconocimiento se centra en un 2024 plagado de éxitos y coronado por el triunfo en la Eurocopa del pasado verano. El jarrero se ha hecho merecedor del Premio Impronta del Año no solo por esa victoria, sino también por los valores que ha sido capaz de transmitir desde el banquillo de ‘La Roja’.

El último reconocimiento fue para el Orfeón Logroñés: el Premio Impronta de los Lectores. Se lo da ese público que le ha acompañado durante un recorrido que alcanza ya el medio siglo de vida. Cincuenta años de acordes que merecen un premio como este.

La gala iba llegando así su final y quien tomó la palabra fue Gonzalo Capellán, quien certificó que el nombre de los premios estaba bien elegido y alabó la labor de Diario LA RIOJA. «Es una impronta impresa de lo que ha sucedido en nuestra tierra», sintetizó para después valorar el acierto también en la selección de los premiados.

Queda claro que con la música también se puede dejar huella. Por ello, la gala terminó con las notas del Orfeón Logroñés. La mejor manera posible de poner la rúbrica a unos galardones que nacen con vocación de quedarse para seguir premiando a aquellos que pisan fuerte y dejan una huella imborrable, tanto en La Rioja como allá por donde van.

Claudio García Turza demostró su dominio del lenguaje y de la palabra durante su discurso de agradecimiento por el Premio Impronta a la Trayectoria. No ocultó que a lo largo de su carrera había obtenido diversos reconocimientos por su labor, pero reconoció que el de ayer tenía algo especial. «Reviste una excepcional importancia para mí», aseguró antes de explicar que a lo largo de los años Diario LARIOJA se había hecho siempre eco de sus investigaciones, «Bajo la autoría de excepcionales periodistas», apostilló.

García Turza miró al pasado y al futuro durante sus palabras. En su mirada hacia atrás, recordó sus 56 años de docencia e investigación y no se quiso olvidar de su familia, con una mención especial, y emocionada, hacia su esposa. «Todas las vivencias confesadas lograron realizarse gracias a mi mujer», certificó.

Observando el futuro, mientras, confesó que no puede dejar de desarrollar su vocación docente, sin olvidarse de San Millán. «He procurado siempre contribuir en devolverle su remoto prestigio cultural», remató.

Luis de la Fuente no pudo asistir a la gala de entrega de premios al encontrarse en Suiza con motivo del sorteo de la Nations League. Recogió la escultura de Olarte Beatriz, su sobrina, pero el seleccionador también estuvo presente de alguna manera gracias a un vídeo en el que excusó su ausencia y agradeció el galardón. «Me siento muy honrado y halagado, especialmente por recibirlo en mi tierra, de la que me siento muy orgulloso y de la que alardeó siempre», aseguró.

Y, como suele ser habitual en todas sus intervenciones, el jarrero no quiso atribuirse todo el mérito de lo conseguido este año, con el brillante triunfo en la Eurocopa incluido. «Este es un premio totalmente compartido», dejó claro. Y en esa lista de personas incluyó muchos nombres, desde los jugadores hasta los miembros de su cuerpo técnico en el banquillo de ‘La Roja’. «Así como toda la gente que ha estado trabajando con nosotros», concluyó el técnico, que ya se prepara para afrontar el próximo reto del combinado nacional: el Mundial de 2026.

Más de sesenta personas forman parte del Orfeón Logroñés en la actualidad. En nombre de todas ellas fue Olivia Berdonces, la directora de la formación, la encargada de recoger el Premio Impronta de los lectores, a los que agradeció este reconocimiento. «Es un inmenso honor recibirlo, además, el año de nuestro 50 aniversario», apuntó.

Además, Berdonces apuntó que este tipo de premios reflejan «tanto el esfuerzo» del Orfeón Logroñés a lo largo de este medio siglo, como «la conexión especial» que se ha establecido durante este tiempo con la región «Además, también refleja nuestro compromiso con la cultura», certificó. Sus últimas palabras fueron para Ion Bratescu, el director de la formación musical. «Su talento y su pasión han sido un talento para todos nosotros», detalló para concluir después con un mensaje con vistas al futuro. Según dijo, el Orfeón continuará trabajando para hacer disfrutar con su música «50 años más».

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