«Solo hago lo que aquellos monjes de San Millán, enseñar al que no sabe»

Viernes, 22 de noviembre 2024, 21:14

Filosofar sobre el lenguaje, investigar sus orígenes y, sobre todo, enseñar. Claudio García Turza (Calahorra, 1943) es un sabio de nuestro tiempo, un humanista empeñado, como los monjes emilianenses de hace mil años, en hacer magisterio. Doctor en Filosofía y Letras especializado en Filología Románica, ha sido profesor de Lengua Española y catedrático de Historia de la Lengua Española en la Universidad de La Rioja. Su labor investigadora ha cubierto casi todos los ámbitos de la Lingüística Hispánica, particularmente el estudio filológico de los orígenes del español y de la lengua castellana del siglo XIII. A él se debe, entre otras cosas, un mejor conocimiento de Gonzalo de Berceo, de las Biblias Hispánicas y, sobre todo, de las Glosas Emilianenses. Vuelvan o no a La Rioja, gracias a García Turza nadie podrá arrebatar a los riojanos el tesoro de apreciar su valor y de que sean parte de la identidad colectiva.

– Un premio merecido; si alguien ha dejado huella en esta tierra ha sido usted.

– Lo agradezco muchísimo, sobre todo si significa algo para nuestras gentes y, más que nada, para los jóvenes.

– ¿Cuál diría que ha sido su principal aportación a esta comunidad?

– La relacionada con el tema lingüístico. Aunque mi gran ilusión ha sido siempre la filosofía, el pensamiento, el mundo de las ideas. Es algo que va unido al ámbito religioso y al conocimiento de las Biblias Hispánicas romanceadas. Todo ello tiene mucho que ver con la historia de La Rioja.

– ¿Era ese su proyecto vital o es el camino por el que le ha llevado la vida?

– Siempre me han interesado las humanidades:la antropología, la psicología, la ética, la teoría del conocimiento y todo lo relacionado con el lenguaje, claro. En mi juventud viví en Francia y estudié las líneas del pensamiento europeo. La interdisciplinaridad era lo que me interesó siempre, formarme como hombre humanista.

– Su figura está ligada al estudio de los orígenes de la lengua española. ¿Le molesta que se diga diga que La Rioja es cuna del castellano?

– Me incomoda pero lo soporto (risas). Todo lo que se refiere a la lingüística utiliza metáforas y ahí entra la filosofía. Hay una serie de grandes conceptos que no tienen consistencia ontológica y, sin embargo, funcionamos con ellos. Son modos de hablar. Cosificamos la lengua y eso sí incomoda bastante.

– Rompamos el mito.

– Yo creo que eso ya lo tenemos superado, aunque no todos. La lengua española no nace en La Rioja, eso es una barbaridad. Retiremos eso de nuestras mentes. Aquí estamos hablando de la lengua escrita. Los romanos que llegaron a la península Ibérica hablaban distintos dialectos y no se entendían entre sí. Yfue al mezclarse con los aborígenes cuando van surgiendo evoluciones que ya no son el latín, sino romance. En realidad los orígenes de nuestra lengua se pierden en la noche de los tiempos.

– ¿Cuál es entonces la singularidad de La Rioja? ¿Cuál el papel de los monasterios emilianenses?

– Ese esfuerzo por sistematizar con grafías, sistematizar la escritura, el alfabeto, la ortografía… el esfuerzo que hizo nuestro territorio riojano, sus monasterios y, en particular, el emilianense, eso sí que es absolutamente innegable y es muy importante. San Millán de la Cogolla es un centro de filología, no solo un lugar de la palabra. Los monjes sienten la necesidad de enseñar a sus hermanos a comprender la totalidad de los libros latinos de su biblioteca.

Su vocación

«Antropología, psicología, ética, teoría del conocimiento… Siempre me interesó formarme como hombre humanista»

– ¿Cómo imagina a aquellos copistas?

– Era una tarea dificultosa, había que estar años para copiar una obra con esas letras maravillosas. El copista es un dibujante,no necesariamente tiene que tener la cultura suficiente para comprender lo que lee y escribe. Lo admirable de los copistas de San Millán es precisamente la filología que hay en el acto de glosar una obra que estás copiando, la voluntad de aclararse a uno mismo la totalidad significativa de un texto, de comprenderlo. Hace falta tener muchos conocimientos diferentes para escribir una buena glosa.

– ¿Qué le diría al autor de la célebre glosa ‘Cono aiutorio…’?

– Que llevo toda la vida estudiándola… Y es algo que aún dará novedades.

– El Códice 60 tiene que volver a La Rioja.

– Totalmente. Es muy razonable que los riojanos puedan admirarlo, que permanezca al menos un tiempo aquí y que lo expliquemos. Ylos glosarios 46 y 31, fundamentales, con gran interés lexicológico, morfológico, sintáctico y fonético para el mejor conocimiento de la lengua española.

Las Glosas

«La lengua española no nace en La Rioja. (…) Pero es innegable el esfuerzo de sus monasterios por sistematizar sus grafías»

– Usted lleva años haciendo pedagogía en colegios e institutos. Parece algo crucial.

– Me gusta incluso más que la investigación. En los colegios es donde primero hay que trabajar, por toda La Rioja. Yo les enseño cómo son las glosas, dónde están, qué significa la palabrita en cuestión… Les hablo en definitiva de la importancia que tiene enseñar y aprender. Yo solo hago lo mismo que hacían aquellos monjes con sus hermanos menos eruditos, enseñar al que no sabe.

– Ha tenido que tratar con muchos políticos. ¿Ellos han aprendido?

– Algunos me han tildado de utópico pero siempre he tratado de ser comprensivo con cada momento, tanto con la situación económica del país como con las inclinaciones intelectuales y los momentos políticos. He convivido con todos los momentos políticos y respeto y agradezco todo lo que se ha hecho en cada momento. Yo habría hecho algo más profesional, claro, pero sé que eso exige un dinero importante. Y, además, eso no quiere decir que no se hayan hecho cosas excepcionalmente llamativas e interesantes en relación con lo que se ha hecho en otras partes de España respecto de la lengua española. Sería injusto no reconocerlo.

Enlace de origen : «Solo hago lo que aquellos monjes de San Millán, enseñar al que no sabe»

Scroll al inicio