Unas 200 personas participan en la Marcha Cicloturista de Calahorra

La Asociación Española Contra el Cáncer confía en que para el año 2030 «el índice de supervivencia en personas oncológicas sea del 70%», aseguraba este domingo Toñi de Castro, presidenta de la junta local de esta entidad en Calahorra, en la Marcha Cicloturista que durante diecinueve años se viene celebrando cada primavera.

Uno de los caminos imprescindibles para alcanzar ese objetivo es el de la investigación, financiada en parte con fondos recaudados por la AECC a través de actividades como la organizada en la jornada este domingo en Calahorra. «Lo que se recaude se destinará a los proyectos de investigación que se llevan a cabo en el CIBIR», precisaba la presidenta de la junta local después de dar el pistoletazo de salida a la marcha, en la que tomaron parte unas 200 personas. Una cifra inferior a la de ediciones anteriores y que lleva a la asociación a plantearse cambiar de fecha para los próximos años.

«Hemos tenido menos participantes al coincidir a última hora con otros eventos que había en Calahorra», por lo que «quizá el año que viene intentaremos hacerlo en otras fechas, aunque sea en abril en lugar de mayo», señalaba la presidenta de la AECC.

Debido a un descenso de participantes, la asociación se plantea realizar el año que viene la marcha en abril

La AECC ofrece en Calahorra apoyo psicológico, cursos, talleres y prestaciones sociales

La marcha cicloturista, en la que participaron principalmente familias con niños pequeños, comenzó y finalizó en el aparcamiento de la Era Alta. Los ciclistas recorrieron buena parte de las calles del casco urbano y recibieron al terminar un helado. De todos modos, a pesar del descenso en la participación, Toñi de Castro aseguraba estar «muy contenta porque los participantes han salido con mucha alegría».

Pero el compromiso de la AECC en la lucha contra el cáncer va mucho más allá de las actividades que organiza para conseguir fondos con los que financiar proyectos de investigación. La asociación cuenta además con diversos programas que ayudan a los afectados a lidiar con la enfermedad con apoyo emocional, social y económico. «Contamos con un psicólogo que atiende a familiares y enfermos; con cursos y talleres de pintura, yoga, manualidades e incluso para quienes lo necesiten prestamos camas articuladas, grúas, pelucas, sillas de ruedas, y sobre todo atención administrativa», explicaba la responsable en Calahorra de la AECC. Además, añadía, «se puede ayudar a pagar la luz, el agua, el alquiler…» a todas aquellas personas que estén recibiendo el tratamiento y que debido a ello se encuentren en una situación económica desfavorable o no cuenten con los suficientes recursos económicos.

También, en Logroño, «tenemos un piso de acogida para personas que se desplazan de otras comunidades, como por ejemplo Soria, para recibir su tratamiento en La Rioja», completaba Toñi de Castro.

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