Vuelven la luz, el color y… el ruido

Cuatro generaciones, más de cien años ininterrumpidos dando al fuego todos los matices del arte. Este es rédito del saber heredado y superado cada día por Pirotecnia Pablo. Así se presentan los encargados de abrir esta noche el tradicional certamen de fuegos artificiales de las
fiestas de San Mateo. Un concurso internacional de espectáculos pirotécnicos al que vuelven los de Cangas del Narcea tras su segundo puesto en 2010.

Logroño, finalmente, tendrá fuegos dentro de su
programa de fiestas. Y los logroñeses, como ya pasó en San Bernabé, volverán a mirar el cielo en noche de fiesta. Los asturianos anuncian en su vuelta un espectáculo de 17 minutos de duración con colas de caballo, huevos de dragón, secuencias digitalizadas, rayos y champiñones, entre otros elementos destacados, y su espectacular final de trueno bautizado como «descarga canguesa», ahí es nada. El resultado de toda una vida entre la pólvora y de pasión por la pirotecnia… «un pasado de conocimientos sabiamente transmitidos, dedicación, esfuerzo y amor por esta profesión», según cuentan.

«Fue el bisabuelo Maximino Fernández, ‘El Tarrabeño’, quien allá por el ya lejano 1895 inició la saga. A Maximino le sucedió su hijo, Pablo, y el saber fue creciendo; luego sus nietos José y Pablo darían una profunda y original transformación a la empresa familiar, hasta crear en 1992 un recinto industrial en el que se aunarían tradición y nuevas propuestas sumado a una explosión imaginativa sin precedentes. La saga generacional se completa con el actual diseñador, José Manuel Fernández de la Villa», explican.

El reconocimiento a una dilatada experiencia en la realización de espectáculos pirotécnicos ha llevado a Pirotecnia Pablo a participar en grandes eventos y a obtener importante galardones, con el primer premio absoluto en el ‘Campionato Mondiale Fuochi d’Artifici d’Autore, Vallmontone 2011 e 2012’ o el primer premio en coreografía del ‘Campionato Mondiale Fuochi d’Artifici d’Autore, Roma 2002’ en lo más alto de su currículo.

El listado es largo y, en el mismo aparece el segundo puesto en el concurso de San Mateo 2010. Sin embargo, ninguna recompensa es mejor que «el aplauso del público», según constatan. «Cada espectáculo, cada cliente, cada público… son los tres componentes con los que trabajamos para iluminar la ilusión», concluyen.

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